Kari Lake cree que tenemos que dejar de permitir que un pequeño porcentaje de nuestra población arruine la calidad de vida de los ciudadanos trabajadores y productivos y de sus familias. Nadie debería tener que atravesar un paisaje infernal de drogadictos zombis, agujas desechables, lascivia pública y heces para poder caminar por la acera. Las familias deben poder llevar a sus hijos a nuestros parques y zonas recreativas sin miedo. La ley y el orden deben volver a nuestras calles.
- Prohibir el camping urbano.
- Proporcionar tanto terrenos federales como financiación para instalaciones de acampada controlada y refugios.
- Reconstruir un sistema nacional de centros de tratamiento en régimen de internado, centros de reinserción social e instalaciones de vida asistida para el tratamiento de la drogadicción y la salud mental de las personas con adicciones y trastornos mentales más graves, a fin de que reciban el tratamiento que necesitan y retomen el camino del bienestar.
- Reorientar la política federal hacia los servicios y el tratamiento, y poner fin al apoyo federal a las denominadas políticas de "reducción de daños", que han fracasado y sólo favorecen el sinhogarismo crónico y el consumo de drogas como estilo de vida.
Kari Lake cree que tenemos que dejar de permitir que un pequeño porcentaje de nuestra población arruine la calidad de vida de los ciudadanos trabajadores y productivos y de sus familias. Nadie debería tener que atravesar un paisaje infernal de drogadictos zombis, agujas desechables, poder caminar por la acera. Las familias deben poder llevar a sus hijos a nuestros parques y zonas recreativas sin miedo. La ley y el orden deben volver a nuestras calles.
